TORO DE PETATE

10.12.2018

Esta danza es una remembranza de los rancheros que había por esta región y de las partidas de ganado que salían a Centroamérica en el último tercio de la época colonial. La danza alude a los trabajos que requerían dichos envíos de ganado, así como a los riesgos del camino y la consiguiente alegría que daba a los vaqueros y campesinos de la región de la Costa Chica; Igualapa, Cuajinicuilapa y Ometepec, la ida y vuelta de aquellos arriesgados hombres que emprendían el viaje.


Toro de petate (Foto: Unidad Regional Guerrero de Culturas Populares).

Los personajes de esta danza son el Mayordomo, el Caporal y el Vaquero; otros participantes son el Montador, el Toro y el Terrón. En total la danza aporta 20 personajes.

El Mayordomo, el Caporal y el Vaquero visten a la usanza de ese tiempo; todos montan a caballo y sus cabalgaduras son ataviadas al estilo de la época colonial. Cada uno porta una garrocha de unos 2 m aproximados de largo con listones de papel. El Montador viste saco y pantalón de gamuza, tocado con sombrero ancho de lana adornado con flores de papel y plumas; lleva terciada una bolsa de cuero y un sarape fino y ligero; asimismo le cuelga del hombro derecho la vaina elegante de un machete con una leyenda ganadera o con su propio nombre, y es esta persona quien cuida el ganado.

El Toro: este personaje, vestido con camisa y pantalón de manta teñida con colores negro y café porta una máscara zoomorfa de buey; en la parte inferior trasera de la camisa lleva amarrado un manojo de crines o un pedazo de cuerda gruesa que asemeja la cola de la res.

El Terrón: este individuo viste de manera ridícula, montado en un burro; usa machete de palo, tosca red de mecatillo al hombro donde lleva jícaras, bandejas, cazuelas, verduras y otras cosas usadas e inservibles. Usa un sombrero viejo y ancho de lana, el cual va adornado con flores de totomoxtle; se cubre con una máscara antropomorfa y de su cuello cuelgan cadenas y rosarios hechos de olotes, y es el cocinero de la partida y el chistoso de la danza.

Esta danza se caracteriza por el hecho de que sus personajes, denominados vaqueros, representan a cada uno de los ranchos que participan en el arreo de este ganado, adquiriendo sus nombres, tales como:

La Providencia, La Luz, La Cabaña, El Ciruelo, El Tamarindo, Palo Alto, Charco Grande, Tierra Blanca, etc.

Otra característica de esta danza es que se baila al compás de sones de la Costa Chica y su coreografía representa las diversas vicisitudes del traslado de ganado: arreo, rodeo, encierro, campamentos, cura de los animales, pastoreo y culmina con la salida del toro al lugar de su destino.

Recuerda la vida ganadera y el arreo de las partidas que iban a San Salvador (Centroamérica); eran las fiestas del señor Culás (san Nicolás Tolentino), protector de la ganadería. En esos días el consumo de maíz y chicha era en grandes cantidades.

La fiesta incluía víspera, sacar al toro, despedida y, el cuarto día, sacrificar al toro. Participaba una mayordoma, esposa del saliente, un mayordomo actual y un anciano en cuya milpa hizo daño el toro. Con barba y bordón, el viejo o el tío, un caporal, un caudillo y el montador con chamarra de cuero y chaparreras, sombrero con faldón de lana, flores de totomoxtle, un puntero con su cuerno de reclamo y arreo. Los doce vaqueros con su cotón y calzón a la rodilla, machete corto de monte, soga de cuero y garrocha pulida.

Tiene gran significado para aquellos que han puesto vida y alegría en una representación que como una pequeña opereta habla de sus triunfos y fracasos en las labores cotidianas. Hasta los años 20 del siglo pasado nos remonta Paucic con las investigaciones de campo que al respecto llevó a cabo por todo nuestro estado.

Todavía podemos disfrutar de esta danza en la Costa Chica, principalmente el día del señor Santiago, que festejan ampliamente la ciudad de Ometepec y otros municipios de la región.

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